La ceguera del feligrés

Cuentan que los primeros nativos de La Española, que estaban en las costas cuando llegaron los primeros barcos, no los veían. Al parecer, si el cerebro detecta algo completamente ajeno a la realidad de una persona, lo obvia, y tiene tal poder que llega a hacer que los ojos no perciban el objeto en cuestión. Para los primeros dominicanos, una casa flotante que viniera del mar, donde terminaba el mundo, era algo imposible, inconcebible, y algunos no eran capaces de verla. En España a 1 de cada 3 votantes les pasa lo mismo: ceguera con las tropelias de la dictadura, porque, si durante 50 años les han dicho que son los buenos, ¿como va a ser verdad lo que veo que hacen los que me lo han dicho? 

Llevo meses con arcadas, años con náuseas y más de un lustro de repugnancia. La dictadura ya es un hecho y, cada día que pasa, las vidas de 50 millones de personas empeoran a marchas forzadas, pero muchos compatriotas van felices al cadalso, regodeándose en el fondo porque “así se joden los fachas”.

Jamás ha habido una religión como la del régimen, que no solo genera fervor sino ceguera (ni una red clientelar como la de esta dictadura, que ya se ve cómo infecta todo lo público, con oposiciones "super limpias" como las de RTVE).

Da igual que el IPC acumulado sea el mayor de los últimos 50 años; esto no es motivo para que se manifiesten los obispos ugtenianos ni los cardenales comisionobreristas del credo. De hecho, los sindicatos no salen a la calle desde que comenzó la dictadura.

Los salarios han subido un 2% en 10 años, mientras que los precios en dictadura han subido un 50%. El régimen es el que más ha incrementado los impuestos de la OCDE en los últimos años, un 6% vs 2% de media, colocando a España como el país con los impuestos más altos del mundo. Este es el dogma de la religión del régimen: impuestos altos, gasto público disparado y deuda 10 puntos por encima del PIB. La ciencia ya ha demostrado que este es un modelo fallido, y que la riqueza, el crecimiento y el progreso se logran con todo lo contrario. Pero, como toda religión, el credo del régimen ignora los hechos y está en contra de la ciencia. Asi que, se cargan el poder adquisitivo de la gente pero mantenien su credo intacto. 

Ya ocurrió con la ley del "sí es sí": se les avisó que era una aberración y de las consecuencias que tendría, pero su credo estaba por encima de todo y prefirieron religión a menos violaciones. También pasó con la intervención del mercado inmobiliario: se les advirtió, hay hemeroteca, ciencia, datos… pero era más importante la religión. Intervinieron, y ahora estamos en la mayor crisis de vivienda de la historia. Y lo peor es que, aunque la secuencia de hechos y sus consecuencias son claros y están documentados, los curas y monjas culpan a los caseros, a los turistas y a los fachas. Todo da igual. Como buenos fanáticos religiosos, es más importante el dogma que la realidad, la religión que la ciencia.

Gracias a la dictadura del PSOE, el poder adquisitivo de los españoles es el mismo que en 2002.

Pero para los adeptos de la religión del bien, esto es culpa del fascismo y de la "fachosfera". El gasto público sube cada año, haciendo que la deuda pública esté 10 puntos por encima del PIB, y al mismo tiempo tenemos la peor educación del mundo según PISA, y listas de espera en sanidad de más de un año en algunos lugares. Pero para el monje del régimen, esto no es culpa de la dictadura. De hecho, esto no existe. Es el único votante que, antes de las elecciones, pide que le suban los impuestos y jamás habla del gasto. No exige responsabilidades a la dictadura por el colapso del Estado (que no se den citas en el SEPE ni en Tráfico, que Renfe sea una avería constante, o que el amigo de la infancia del dictador hunda Correos cuando estamos en récord de envíos...son solo algunos ejemplos).

Aceptan felices los sueldos más bajos de Europa, la mayor inflación acumulada de los ultimos 50 años y los impuestos más altos de la OCDE, siempre que se pare al fascismo. Incluso si para detener al fascismo hay que ir de la mano de los únicos fascistas reales que siguen existiendo en España: los que mataban niños por el RH de la sangre, y los que diferencian a la población por el ADN (hechos). La ceguera de los creyentes es tal que afirman con convicción que Bildu no es ETA, aunque lleve asesinos en sus filas, festeje a los asesinos que salen a la calle, o su principal objetivo existencial sea negociar la rebaja de penas de los asesinos encarcelados (hechos).

Los mismos que, en los jueves negros, se manifestaban porque RTVE estaba politizada en democracia, ahora callan cuando el dictador coloca a dedo a los directores y decide qué programas deben salir en antena y cuáles no. Hoy no ven politización en los medios, a pesar de que el régimen es el mayor anunciante de España y se ha comprado con 800 millones de € públicos a las dos empresas que controlan TODOS los medios de comunicación del país (hecho sin parangon en la historia).

Los mismos que votaron a este régimen para "acabar con la corrupción" les volverían a votar hoy, aun con el marido del dictador imputado, su hermano imputado, su mano derecha y número 2 del partido imputado (hechos). Aunque hayan robado miles de millones cuando morían españoles a millares, aunque lleven a empresarios de paseo al parlamento y luego de putas con dinero público, y aunque el régimen trapichee con otras dictaduras con oro y billetes en maletas (hechos). Aunque los mayores ladrones de la historia, que robaban a los parados y que reconocieron gastar millones en putas y coca ante el juez, sean indultados por una justicia controlada por la dictadura (hechos).

Todo es lo mismo: religion contra ciencia, dogma contra datos. Realidad (hechos) vs ceguera dogmatica. 

Otro ejemplo: la realidad es esta (datos del ministerio)

¡Aumentos del 200% y 400% en 6 años!

En las últimas fiestas de Bilbao, se filtró la lista de detenidos, y de 79 personas, 74 eran inmigrantes (hecho). El 52% de los asesinos por violencia de género son extranjeros (aunque solo representan el 12% de la población) (hecho). Ante estos datos, sería lógico aplicar la ciencia, estudiar los motivos y buscar soluciones de integración u otros remedios apropiados. Sin embargo, la respuesta del régimen ha sido prohibir la publicación de estos datos y acusar de odio a quienes intentan proponer soluciones. Y todos sus seguidores repiten el mismo argumento: ¡hablar de inmigración y criminalidad está prohibido, es incitación al odio! A pesar de que los expertos (la ciencia) y quienes trabajan en el sector (la policía) afirman abiertamente que ambos temas están relacionados.

Nuevamente, ante los datos y la ciencia, prevalecen el dogma y la religión: "Ningún ser humano es ilegal", "Bienvenidos refugiados". Son los buenos, están a favor del bien y de la vida. Y los que no queremos un aumento de la criminalidad somos los malos, estamos a favor de la muerte. Pero, como sucede con cualquier fanático religioso, una discusión seria, informada y realista no se sostiene: ¿Eliminamos entonces las leyes migratorias? ¿Debemos abrir las fronteras a todo el mundo? ¿Es lógico pedir antecedentes penales a quienes hacen fila para entrar y no a quienes se saltan la cola?

Este es el poder de la dictadura, un poder que Goebbels jamás soñó con alcanzar: uno de cada tres españoles no ve que las violaciones han aumentado un 300%, que el gasto público está descontrolado, que se pagan más impuestos que en cualquier otro país de Europa y se reciben los peores servicios, que jamás ha habido un gobierno tan corrupto, que las acciones del gobierno han reducido el poder adquisitivo al nivel más bajo de la historia, que quienes mataban por el RH de la sangre legislan cómo debe trabajar la policía, y que los supremacistas del ADN ganan privilegios e imponen el fascismo identitario.

Los feligreses de la religión del régimen viven tranquilos, seguros de ser los buenos, y aliviados porque han detenido al fascismo, que si gobernara, colapsaría el poder adquisitivo, haría aumentar la criminalidad, dispararía la corrupción y el nepotismo, censuraría los medios y colonizaría las instituciones.